Voces, solo voces, como ecos; como atroches chiste sin gracia. Hace mucho tiempo escucho voces y ni una palabra y mis ojos maltratados se refugian en la nada y se cansan de ver un monton de caras y una mirada. Una nueva noche fria en el barrio, los tranzas se llenan los bolsillos, la calles son nuestras aunque el tiempo diga lo contrario. Y los sueños no soñados se amargan en la garganta y se callan, y eso casi siempre o siempre, les encanta. Van quedando pocas sonrisas, prisioneros de esta carcel de tiza. Se apago el sentido, se encendio un silencio de misa, menos horas en la vida, mas respuestas a una causa perdida de porque los sentimientos vuelven con el dia. Las nubes no son de algodones y las depresiones son maldiciones, te va distrayendo, te enrosca, te lleva y te come, te lastima, no perdona y en algun lugar te roba la cara, la sonrisa, la esperanza, la fe en las personas. Solo como un pajaro que vuela a la noche libre de vos, pero no de mi. Vacio como el sueño de una gorra lleno de nada sin saber de donde ir. Duro como un muerto en su tumba que murio de miedo, por el valor de vivir.


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